Camino a la perdición

Es mi intención publicar en el blog las impresiones de los cuatro roqueños que participaon en el bike maraton de villalva, así que animaos y enviadlas al email del blog.

Os dejo mi crónica de 6 horas infernales, sin respiro...

Capitulo I (esto no se puede contar del tirón, mi capacidad de sintesis no llega a tanto).
En la salida como acostumbro, piano y dejando que escampe la tormenta inicial en la que todo cristo sale como un rayo. En el primer km el grupo ya iba lo bastante estirado para empezar a meter la kona por unos lados y otros. Esta vez me costó más que otras ir remontando, se notaba que había nivel. Fui saltando de grupo en grupo a costa de hacer más esfuerzos de lo que me aconsejaba la cabeza, pero ya sabeis que el corazón, cuando hay fuerzas manda mucho. En 10 km pensé que había encontrado mi grupo y que ya estaba bien de hacer el cafre quemándome con lo que quedaba por delante (por cierto que no lo sabía). Fue decidir eso y desintegrarse el grupo: a uno se le cayó el pulsómetro, otro paró a esperar, otro petó... y me vi tirando con un tipo del monteoro 50m delante y un merida bike (Angel, el de Trujillanos) pegado detrás. Era una zona de bajada así que me puse a hacer el kona hasta que en una rampa terríble perdí el control y me libré de un ostiazo a lo termostato por ruedas... si llego a llevar las de Narajo me jarto de olivos. Me salí recto (por poco me llevo a uno que estaba arreglando un pinchazo en mal sitio) y el monteoro se escapó. No tardé en echarle el guante y unirnos en grupeta con Ángel que se puso a tirar en cabeza. En esas llegamos a unas trialeras en subida con rampas muy fuertes y piso traicionero, ángel cayó, el monteoro se apeó y yo tiré de kona y nevegal para subir de pie por la trialera y quedarme otra vez solo. Lo inteligente habría sido pararme a esperar, pero no estaba el corazón para inteligencias y vi gente delante así que otra vez a tirar más de la cuenta. Estuve solo por lo menos 5 o 10 km, con un merida bike delante que no llegaba a pillar, siempre ahí a 100m. En esas me pasó un chaval con pinta de ciclista que había pinchado poco antes, al principio no reaccioné pero luego pensé en cogerle rueda aprovechando una zona de pista. Así lo hice (otro error), la pista se enrareció poco a poco y se hacía dificil coger rueda. En un momento dado había una curva de 90 grados que no vi, de modo que apunto estuve de llevárme puesto al chico y a su bici, menos mal que mis frenos respondieron y él se dio cuenta. Nos pasamos de frenada a lo Alonso y al volver al camino bueno otra vez a esprintar para coger rueda... estaba haciendo el capullo lo sabía... por fin asumí mi debilidad y dejé de intentar coger la rueda (llevaba poco más de 20 km joder!!) que me iba quemando vivo. El mérida bike me sacaba más todavía por la pasada de frenada y empezaba a ver maillots de otros colores en el horizonte... por detrás nadie, estaba otra vez solo contra el aire y las cuestas. km 27 el camino empezaba a apuntar la subida a feria y yo a dudar que pudiera aguantar una segunda vuelta.

Hasta aquí el capítulo 1, calculo que habrá 3 más (uno por cada 25 km)... todo del tirón iba a ser mucha tela :P

Saludos.

Karlitros.